26 noviembre 2012

Tiempo al Tiempo...



Cada mañana se levantaba Sienna y me decía “¿ya es mañana?
Llegaba la tarde y cuando le comentaba que haríamos algo el jueves ella preguntaba “¿el jueves es mañana? O hay que acostarse y levantarse varias veces??”
O tal vez le contaba que pronto iríamos a X lugar y ella afirmaba “Sí, el sábado lo hacemos”.
En fin, muchas, muchísimas frases, preguntas, afirmaciones , pero sobre todo, su cara de incomprensión era tremenda…
¿qué es un día?; ¿qué es una semana? ;¿falta mucho? ;Si me duermo una siestita ¿ya es mañana? ; si hoy es mañana, qué es hoy?

Y las dudas fueron mas específicas cada vez , sin saber si “mañana”, es lo mismo que “de mañana”. O cuándo es “la tarde”…que no es lo mismo que  “es tarde”.   Cuándo empieza la noche y cuándo termina?

Vamos,,,, empecé a dar discursos eternos que ni entendía ni quería escuchar… ni sabía yo muy bien como explicarlo en palabras.

Así, se me ocurrió hacer un calendario.

El primer calendario lo usamos hace un año, para la llegada de la “primara Navidad Consiente”. Pues Sienna, de poco mas de dos años, no entendía cuánto faltaba para la llegada de la Navidad…
Luego hicimos otro para la fecha en que saldríamos de vacaciones. Y mas tarde, otro, para la fecha de su tercer cumpleaños.

Pero las peores dudas sobre temporalidad surgieron aún después de aquellos calendarios, muy “adultos” a pesar de las estrellitas y corazones, brillos y lentejuelas…  pues eran calendario mensuales. Y si ella no entendía lo que era un día, menos entendía el mes…

Entonces, diseñé éste calendario.
Se trata de un calendario semanal. Donde no hay fechas específicas, sino sólo los días de la semana, separados en 4 “tiempos”, siendo el primero  a relacionarse con “mañana”, los siguientes dos con “tarde” y el último con “noche”.
Para que el concepto fuera mas claro y menos abstracto, lo coloreé en degradé, desde un amarillo brillante, pasando por naranjas y violáceos hasta llegar al azul oscuro de la noche.
Lo enmiqué y coloqué velcros en cada cuadrito. Tantos como actividades hacemos en el día, pero no demasiados para no crear mayor complejidad.







A parte, hice unas tarjetitas con los dibujos y frases cortas de las actividades mas “destacadas” de cada día.  Cada una de ellas también enmicada y con velcro al dorso.

Junto al calendario , que  colocamos en un espacio fácil lectura para Sienna, pero no TAAAN al alcance como para que la bebé se robara las piezas (la invitamos a participar, pero una vez listo el esquema del día, ya no le dejamos nada al alcance.. aunque tuve que hacer un juego de piezas con velcro para ella porque le encantó quitar y poner!)
Y, junto al calendario, una bolsita o sobre donde colocar las tarjetitas que no se usan de momento. Aunque dejamos cada día alguna como referencia de días pasados o por venir… como por ejemplo la ficha de “natación”. Si ayer hicimos pero hoy no, la dejamos pegada el día anterior, no la guardamos, para tener la referencia conceptual.

La verdad, todo esto surge de mi inquietud por  resolver sus problemas “temporarios”…no se si sea la forma, pero nos está funcionando bien, según puedo ver.  Lo que aprendí en el proceso es que no son cosas que se le puedan explicar. Son conceptos que irá absorbiendo por sí misma. Con el calendario trabajamos todos los días, lo revisamos varias veces en el día, pero no “hablamos del calendario”. Porque si lo hiciéramos volveríamos más complejo algo que es mas bien natural y un proceso interno y personal.
Ella se acuesta cada día preparando su esquema para el día siguiente. Y ya entendió lo que es “mañana” y “ayer”.
También adquirió conceptos de “mañana” y “noche”…pero la “tarde” le resulta muy ambigua aún.
El concepto de “semana”, no lo comprende todavía.  Pero se va gestando la noción de “período de tiempo”, porque va viendo cómo después del Domingo, todo vuelve a iniciar.
Me da la impresión de estarle generando mayor seguridad, con una especie de anclaje perceptual a una línea de tiempo que , asi como a todos los humanos (locos nosotros!) ,nos proporciona tranquilidad, sabiendo que hay  un mañana, un antes y un después…

Todo esto me ha servido infinitamente como experiencia para entender, comprender desde dentro que uno no debe “meterle la información”, uno no puede ni debe decirles cómo y cuándo aprender . Es un proceso natural que uno acompaña , observando, estando atento y empleando los recursos que consideremos convenientes, (como en este caos el calendario) tan sólo poniéndolos a su alcance. Pero son ellos los que dispondrán o no del material, lo absorberán o no y los que irán, paso a paso, a su propio ritmo, llegando a cada etapa de conocimiento.

¡Qué maravilla!

Así que, para terminar, un dicho que nunca fue mejor aplicado : Tiempo al tiempo.




2 comentarios:

  1. EXCELENTE!!!!!!! intuitivamente escogiste la mejor manera de acercar a los peques al concepto del tiempo Mailen! Y tenés toda la razón, poder "situarse" en un ahora, entendiendo qué hubo antes y qué pasará después, les quieta esa ansiedad de no entender bien qué es lo que viene, y dónde están exactamente en ese momento. Ya habrá tiempo para aprender de días de la semana y de meses.
    Tu calendario quedó precioso!!!! besitos a las dos =)

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  2. Hola Mailén!

    ¡Vaya aventura con el tiempo!

    Sienna pregunta:
    “¿ya es mañana?”, “¿el jueves es mañana? O ¿hay que acostarse y levantarse varias veces?”,¿qué es un día?; ¿qué es una semana? ;¿falta mucho? ;Si me duermo una siestita ¿ya es mañana? ; ¿si hoy es mañana, qué es hoy?

    Esa nena en un futuro puede ser una excelente investigadora porque el conocimiento se adquiere a raíz de hacerse preguntas, preguntar y querer buscar la respuesta a través de convertirnos en investigadores.

    La nena pregunta y tu respondes: “empecé a dar discursos eternos que ni entendía, ni quería escuchar… ni sabía yo muy bien cómo explicarlo en palabras.” Eso es porque a los tres años se encuentra en la etapa del desarrollo cognitivo “Pre-operacional” en el estadio pre-conceptual, en donde después de lo sensoriomotor (sensaciones, sabores, olores, movimientos, etc.) pasa a lo pre-conceptual, a iniciar a hacer un esbozo de lo que podría ser un concepto, necesario para explicarse su mundo, es por ello que viene la edad de los “por qués”. Comienzan a entrar muy lentamente en el mundo de la razón. En la etapa anterior se les enseña con texturas, olores, sabores, etc., aquí se les enseña con representaciones, similitudes, agrupaciones, autoexplicaciones (de ellos mismos) en donde esto último se relaciona con el egocentrismo y el monólogo. Con los niños hay que hacer justo lo que hiciste, dar explicaciones cortas, objetivas, concretas, etc. porque su capacidad de atención y comprensión de la abstracción aún no está desarrollada. Por eso hay que empezar desde lo más cercano, vivido y concreto. Incluso para explicar la hora (o como tú lo hiciste en relación a la duda de Siena, desde el concepto de día “Pero las peores dudas sobre temporalidad surgieron aún después de aquellos calendarios, muy “adultos” a pesar de las estrellitas y corazones, brillos y lentejuelas… pues eran calendario mensuales. Y si ella no entendía lo que era un día, menos entendía el mes…”)… cuando en sesión un niño me dice: ¿cuánto tiempo me voy a quedar aquí?, ¿ya casi se nos acaba el tiempo?, ¿por qué no me quedo hasta mañana?, ¿cuánto nos vemos, el próximo año? (jaja), la respuesta se las tengo que dar justo con el reloj (o darles la fecha exacta a ver en el celular de la mamá), y a veces les marco con una estrellita la hora a la que nos iremos. Mi respuesta debe ser corta, ¡imagínate cuánto tardaría si profundizo!, y ¿para qué?.

    Lo que hay que tener claro es que para los niños es necesario saber qué va a pasar después, o cuándo o a qué hora porque esto les baja la angustia que genera lo desconocido, el no saber qué va a pasar.

    P.D. ¡Te quedó precioso el esquema de la semana!, me encantan estas aventuras que nos compartes con tus nenas.

    Saludos y un abrazo!

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