01 junio 2012

El trabajo ideal


Las chicas super poderosas
Ayer fue mi último día de trabajo en el Banco donde laboré durante los últimos 4 años, cuando entré a este trabajo lo amé, era el trabajo perfecto, la jefa perfecta, todo me gustaba, era el trabajo ideal, mi escritorio era increible, mis compañeros cheverísimos,no había una sola cosa que me disgustara hasta que un buen día quedé embarazada y todo cambió, lloraba diario por tener que ir a trabajar, no me gustaba nada, todo empezó a perder color y a tornarse gris, yo pensé que eran las hormonas del embarazo pero cuando Alejandra nació y tuve que regresar después de la incapacidad el color gris se volvió negro, mi trabajo era tan bueno que sólo iba dos días a la oficina y los otros tres trabajaba desde casa, sólo que esos dos días en la oficina sólo pensaba en mi hija todo el tiempo los minutos me parecían horas, creo que me dio eso que le da a los bebes cuando entienden que no son uno con su mamá si no seres individuales, la crisis de separación. Esos dos días Ale se quedaba con una de sus abuelas pero llegó un momento en que ellas no podían hacerlo, ¡las abuelas también tienen una vida divertida que vivir! Así es que de los dos días de la semana que yo iba a la oficina uno empezó a ir a la guardería. Cada uno de los días que la dejé en la guardería lloraba ella, lloraba yo, cuando regresaba en la tarde siempre estaba enojada, no me quería mirar a los ojos y después se cercioraba de que no la iba a dejar de nuevo prendiéndose a la teta descontroladamente, terminaba yo cansada, molesta y amargada. Los otros días que trabajaba en casa con el tiempo se fueron volviendo un suplicio, si sonaba el teléfono o tenía que contestar un correo invariablemente en ese mismo momento Ale quería toda mi atención, aunque estaba en casa cumplía con mi horario por lo que prácticamente no salíamos a ninguna parte, el encierro comenzó a fastidiarnos a las dos, al punto que cuando salíamos por ejemplo al súper yo me sentía como que iba a ¡Disney! 

Brenda, Magdiel y Adriana
Mi trabajo era tan bueno que parecía tonto querer dejarlo, entonces empecé a buscarle todos los defectos para tener un pretexto, mi buena jefa en mi cabeza se volvió una bruja despiadada, lloraba por que no me delegaban trabajo pero yo me volví como una piedra incapaz de proponer algo, si me delegaban trabajo también malo porque todo lo tenía que hacer yo, y así una larga lista, con nada estaba bien, la verdad es que lo único malo de mi trabajo era yo, en honor a la verdad fueron muchas las cosas buenas que pasaron durante estos 4 años y son muchas personas con quienes estoy de corazón muy agradecida, con mi amiga Gaby quien fue la cupido entre mi trabajo y yo, con mis dos jefas que siempre fueron respetuosas y generosas, con mis amigas Brenda, Adriana y Magdiel, cómplices y solidarias, Memo y Fer siempre tan divertido y una lista larga de personas que dejaron algo bueno en mi vida.
Las jefas
Tomar la decisión de dejar este buen trabajo no fue fácil, vivir con un ingreso menos será todo un desafió, el padre de Ale y yo creemos que por ahora es lo mejor para, una mamá feliz hace hijos felices y mi felicidad es estar con Alejandra, no sé que pasará después, no sé si me voy a deprimir el 15 de junio cuando en mi cuenta no haya dinero, sólo sé que hoy me siento tan bien de poder hacer lo que realmente mi corazón me dice que debo hacer y veo a Ale y no puedo mas que sentir que por ella todo vale la pena. Ale nació para ser mi hija y yo para ser su mamá y yo decido ser este tipo de mamá de las que quieren estar con sus hijos todo el día todos los días, y como sé que habrá quien piense que en algún momento los hijos hacen su vida, pues eso lo sé de sobra por que antes que madre fui hija, pero de eso me ocuparé en su momento, en el aquí y en el ahora Ale tiene 13 meses, ama locamente estar a mi lado y yo lo voy a aprovechar!!!
¡parece la foto de la última cena!
Lore

4 comentarios:

  1. Me encantó leerte! Qué mamá valiente y empoderada! Creo que decidirnos por el mejor trabajo que existe es un acto revolucionario y de amor. Yo decidí lo mismo, aunque diferente a tu caso, pues era feelancer. Trabajaba intensamente y descuidaba todo, casi hasta mi persona. Cuando me creció la barriga tanto que no podía ver con facilidad mis piernas, decidí que no podía continuar con ese ritmo. Me ha pesado depender económicamente de mi esposo, pero poco a poco voy aceptando y abrazando este rol maravilloso. Un abrazo, gracias por escribir de esto. :)

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  2. Gracias por tu comentario!!! si creo que el punto de depender económicamente del esposo o de alguien es difícil, pero como tu dices es un poco de aceptación con amor y sintiendo que es lo mejor para la familia.=)

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  3. Finalmente sólo tu decides qué tipo de madre ser y como dices, has decidido ser de las madres que están con sus hijos, todo el día y todos los días, y amarse locamente los tres como consecuencia de su decisión.
    A final de cuentas sólo tu construirás cómo jugar tu rol de mamá con tu experiencia como hija y como madre, y también abrirás bien los ojos y harás escucha activa para ver cómo va respondiendo tu preciosa Ale y tu como mamá ahora de tiempo completo en casa.

    Mis mejores deseos, que estoy segura de que esta decisión traerá nuevas experiencias y muuuchas sonrisas!

    Saludos!!

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  4. Gracias Angie, espero en unos meses poder publicar una entrada contándoles cómo ha sido esta experiencia de ser mamá de esos

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