28 marzo 2012

La habitación del miedo

Parece el nombre de una película de terror, pero no es más que una imagen que he construido en los últimos meses, es un lugar imaginario donde almaceno todos mis miedos, la llave la tengo muy bien guardada, pero a veces cuando entro a alimentar a mis miedos me hacen trampa y algunos se salen sin que los vea o se me pegan a la ropa y salen conmigo y cuando me doy cuenta tengo que volver a domarlos, y convencerlos de regresar a su claustro. La primera vez que hice conciencia de mi larga lista de miedos fue en el amazonas Colombiano, uno de los días lo habíamos destinado a ir a conocer una comunidad indígena, contratamos un guía de la comunidad quien muy temprano llegó por nosotros en una lancha, estuvimos toda la mañana caminando por la aldea, tomando fotos, comprando algunas artesanías, ya de regreso justo cuando nos subíamos de nuevo a la lancha empezó a llover, y de un momento a otro literalmente parecía que se caía el mismo cielo, nos tardamos en arrancar y en esas estábamos cuando todos los niños de la comunidad salieron al rio, yo no daba crédito a lo que veía, un montón de chiquitines trepándose a los árboles llenos de gozo por la lluvia y saltando directo al agua desde la copa más alta, sobra decir que por el tamaño del aguacero la corriente del rio era más intensa y por tanto más peligrosa, de repente dos de las niñas que habían saltado desde el árbol nadaron hasta la lancha y cuando menos acordé estaban trepadas en ella emparamadas y con unas sonrisotas, yo en ese punto había pasado de la incredibilidad al enojo, me preguntaba dónde estaban sus madres, cómo era posible que les permitieran nadar en pleno rio amazonas en esas condiciones, en mi cabeza el rio las había arrastrado, ahogado y desaparecido para siempre, yo misma temí por mi vida en ese momento en medio de la nada, ya ni recuerdo que tanta tontería pensé. De regreso del viaje recapitulando todo lo que había pasado en esos días y pensando en las personas que habíamos conocido me di cuenta que la gente que vive en el amazonas no tiene miedo, o si los tiene simplemente los domina como dominan las víboras, las alturas, el peligro del rio, pero lo más importante fue darme cuenta que entre más vieja me hago más miedos tengo, desde ese momento decidí trabajar con ellos, clasificarlos por tamaño, naturaleza, fuerza color y olor, los he ido conociendo y con algunos he podido hasta determinar su origen, otros los he vencido en una lucha sin cuartel como el miedo al parto, esa pelea la gané en el instante mismo en que Alejandra nació, y otros son tan nuevos como decir que nacieron ese mismo día, mi mayor miedo ahora es que algo le pase a nuestra hija y yo no esté o no pueda ayudarla, este nuevo miedo es tan grande y poderoso que todos los otros son un juego de niños, a veces me supera, y en estos días anda rechoncho por que el temblor del 20 de marzo que lo sobrealimentó y le dio nuevos poderes con los que me paraliza, me invade y me hace pensar cosas catastróficas, se mete en mis sueños y los vuelve pesadillas, es un miedo al que tengo que vencer para poder vivir tranquila, aún no sé cómo pero pronto debo que encontrar cómo ser más fuerte que él y lograr meterlo en la habitación del miedo por lo menos hasta que vuelva a temblar.
Lore

6 comentarios:

  1. Así es el miedo...pero si bien no es bueno, de pronto nos ayuda a estar más atentos y prevenir. No es bueno que nos invada pero al igual que necesitamos del día y la noche para ver diferente entiendo que el miedo nos alerta. Y...como todo en la vida, es algo más que debemos aprender a controlar o vencer dependiendo del caso.

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    1. Gracias Nora!!! en esas ando venciendo unos y controlando otros pero que difícil es negociar con ellos =)

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  2. Lore querida yo ando igual!

    el miedo me paraliza y temo que tiña todas mis decisiones, pues sé que es irracional. ando en la búsqueda de modos de encauzarlo en algo productivo.

    un abrazo y gracias por escribir!

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  3. Si Gaby te entiendo, debería haber un grupo de miedosas anónimas, hola mi nombre es Tal y TENGO MIEDO!!!! porque definitivamente hay algunos tan fuertes que sólo en grupo se pueden vencer

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  4. Hola Lore, buen día!

    Bien, pues ciertamente los miedos son traviesos, pero no por ello son tan malos, algunos nos alertan, algunos otros nos paralizan, así que como tú lo has dicho, hay que clasificarlos y.. negociar con ellos (si no se puede sola, como dice Mailén a pedir ayuda, que eso tampoco es malo). Aunque si los encierras tal cual, se saldrán, porque no hay habitación tan grande que los mantenga a raya de tu vida. ¿qué tal suena enfrentarlos de vez en cuando?. No siempre será fácil, algunas veces el miedo volverá a querer asomarse, pero una vez enfrentado ya podrás saber de dónde viene y a dónde va (a quien quiere atacar y qué hacer).

    El temor acerca de que algo pase a los seres que más quieres es lo más "normal" (palabra que no me gusta tanto, quizá aplique más la palabra "común") porque esos seres te importan y estás atada a ellos por los cálidos brazos de los afectos. Bien, si ya has notado que te da miedo que algo le pase a tu nena en un temblor, ¿por qué no hacer un plan para saber qué hacer en caso de un temblor? (cosa muy común en la Ciudad de México). Quizá si enfrentas este miedo haciendo un plan y enseñando a tu nena (conforme vaya creciendo) y a todos en la familia a cuidarse, puede disminuir. ¿Por qué?, porque es una realidad que nadie es la WONDER WOMAN para estar ahí cada instante, cada momento, cada segundo, en cualquier lugar.. ¿qué mejor que enseñar a cuidarse todos y crecer?. Es cierto que hay algunas mujeres que nos creemos ser la Wonder Woman, pero luego al ver que no podemos hacer todo la culpa es mayor, por no haber “estado, hecho, dicho, llevado, traido, etc.”
    Me parece que incluso los padres de hombres y mujeres de 30, 40, 50 o más años también quisieran estar con sus hijos y protegerlos de todo mal, pero ¡es imposible!, es por ello que se les pueden dar herramientas para que poco a poco, puedan lograr cuidarse solos, eso sí lo pueden hacer y eso vale mucho más.

    Claro, que no descarto que siempre buscaremos a nuestros padres para pedirles algún consejo, siempre serán NUESTROS PADRES y SIEMPRE SEREMOS SUS HIJOS, ambos con miedos, pero con miedos que NOS MUEVAN!.
    Todos somos miedosos de algo, pero OJO, un miedo realmente aterrador en la infancia es el “miedo a perder el amor de los padres”.

    pd. Saludos y abrazos a ambas, Mailén y Lore y al resto de madres! :)

    Atte.
    Angie.

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  5. Gracias Angie por tu comentario, tomaré muy en cuenta lo que me has escrito, y me has dado una idea, escribiré sobre las wonder woman que todas queremos ser =) ¿Cómo ser una wonder woman y no morir en el intento? Abrazos.

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