06 julio 2012

Cuando yo era niña

·       Después de hacer un análisis detallado de mi cuerpo llegué a la conclusión que los niños nacían por la boca, ¿había acaso un orificio más amplio en el cuerpo de una niña de menos de 6 años de edad?
·    Uno de mis sueños era ser cantante, como Rocío Durcal, por lo que me pareció apropiado aprenderme todas las canciones del mundo, prendía la radio y memorizaba todas las que podía escribiendo las letras en un cuaderno y cantándolas una y otra vez, y es que un niño de mi época no sabía que había otros idiomas, otras culturas, otras dimensiones, mi mundo era de mi tamaño.
·    En mi casa había una biblioteca que mi mamá llenaba con los libros que le llegaban de la inscripción al circulo de lectura, libros que nadie leía pero eran un bonito adorno, hasta que un día tomé uno y no pude parar, así a mis 6 años ya había leído la Gitanilla de Cervantes, La cabaña del tío Tom de Beecher, las mil y una noches, María de Jorge Isaac, y una completa antología de poesía colombiana.
·    Otro de mis sueños era ser directora de cine, entonces organicé a mis amiguitas de la primaría y las convencí de que había escrito un guion para una película que se llamaría ¨los muertos¨ durante mucho tiempo todos los descansos ensayábamos una y otra vez las escenas, éramos momias, muertos que salían de sus tumbas y aterrorizaban a los vivos,.
·    Amaba el rock en español, tenía montones de casetes de los toreros muertos, de los enanitos verdes, los hombres G, Miguel Mateos, Soda Estereo y claro me sabia todas y cada una de sus canciones, la confusión llegó cuando descubrí el rock en inglés y tal vez por que no entendía nada de lo que decían me parecía un ruido espantoso.
·    Tenía dos amigos imaginarios, una niña y un niño, no recuerdo casi nada de ellos, ni como se llamaban ni cuando ni por que desaparecieron, lo que si recuerdo es que duraron mucho tiempo y era tan vívida mi imaginación que podría jurar que los veía y juagaba y hablaba con ellos.
·    Estaba segura que una bruja me quería robar en las noches por lo que dormía con la cabeza tapada para esconderme o para no verla cuando llegará por mi.
·    Pensaba en escapar de la casa de mis padres y volver a la casa de mi abuela, planeé mi fuga muchas veces, pero en mi casa no había maletas a mi alcance por lo que acomodaba mis pertenencias más valiosas en un cajón de la cama, después miraba por la ventana y veía las montañas que rodeaban la ciudad y pensaba que me iba a tomar una eternidad arrastrar un cajón por la ciudad y escalar y bajar una montaña por lo que desistí de mi ida loca de partir y ahí me quedé hasta que terminé la universidad.

Ahora pienso cómo será la niñez de Ale, cuánto volará su imaginación, cuántas cosas descubrirá en el camino, pero lo más importante es que a medida que crece y es menos bebe y más niña es un reto para mi cada día idear las formas de permitir que su desarrollo sea fluido y que ella pueda como yo gozar de las cosas más simples, dejar volar su imaginación y no caer en la tentación de matar las horas en la tele o en la computadora. Yo deseo para Ale una niñez tan chévere como la mía, rodeada de la familia que la ama de animales, de pasto, de baños en el jardín, en una ciudad como esta es difícil, pero haré mi mejor esfuerzo para que mi hija sea muy Feliz con la simplicidad de la niñez.
Lore

1 comentario:

  1. Como madres deseamos cosas maravillosas para nuestros niños, quienes luego serán al igual que nosotros, adultos con recuerdos e historias propias. Me ha pasado como a tí. Lo que debemos recordar en todo momento es que son individuos. Podremos acompañarlos pero no podremos hacer de su futuro lo que pensamos. La vida es bella....pero de a ratitos no más....estará en ellos saber valorar esos momentos y atesorarlos tal cual lo has hecho vos para que tenga ese sabor dulce que recordás...

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