18 mayo 2012

El poder del ADN

El día lunes tomamos un taxi para ir a casa de las amigas y esto fue lo que paso:
-      Buenos días Señor me puede por favor llevar a la Colonia Narvarte a la calle Pitágoras.
-      Como no, y dígame ¿cuánto lleva viviendo aquí en México?
Cómo pudo saber que no soy mexicana en tan sólo 16 palabras,
-      9 años
-      ¿Y de qué parte de Colombia es, de Bogotá?
Empiezo a pensar que el señor taxista y yo nos conocemos, he tomado tantos taxis en estos últimos años y aunque creo que en una ciudad de estas dimensiones es prácticamente imposible subirse en el mismo taxi dos veces tal vez y ya estoy empezando a repetir...
-      Si Señor de la capital.
-      Ahhh todos los colombianos hablan igualito.
Me tranquiliza saber que sólo soy una más del montón de colombianos que hablan igualito, yo también al principio pensaba que todos los mexicanos hablaban igual, me ha costado muchos años saber si alguien es del norte, del DF o de Yucatán y no tengo la destreza del Señor taxista de hacerlo con las primeras 16 palabras de una conversación. Decido cambiar de tema y hablar de algo que me da mucha curiosidad.
-      Y Usted ¿por quién va a votar Señor?
-      Pues aún no lo sé y ¿Usted?
-      Pues a mí todos me parecen igual de malos pero creo que por la única mujer
-      Estaría… pero es que los mexicanos no estamos preparados para ser gobernados por una mujer
Ante esto decido no hablar más del tema, no creo que el Señor Taxista quiera oír lo que pienso, no están preparados para ser gobernados por una mujer cuando en la mayoría de las familias latinoamericanas las que mandan son las mujeres de la casa, para no ir muy lejos mi propia familia es un matriarcado absoluto donde mi abuela de casi 90 años es quien gobierna y decide aún por encima de la voluntad de los varones de la casa….. creo que el Señor taxista vio mi cara de rrr y ahora es el quien decide cambiar de tema.
-      ¿Y la bebe es un hija?
-      Si es mía
-      Y cuánto tiene
-      Un años un mes
-      Es Usted muy joven para tener una hija
-      Gracias, ¿cuántos años cree que tengo?
-      Pues 24 o 25
Con esto el Señor taxista se ha ganado mi cariño entero y una generosa propina, es que cuando te sientes tan cansada como de 50, te ves al espejo y ves una mujer como de 40, estás próxima a cumplir 34  y estás casada con un hombre de 27, que te digan que pareces de 25 no tiene precio.
-      Pues tengo 34
-      Ay y dónde los tiene guardados
-      En el IFE Señor
-      ¿Y cuál es el secreto?
-      Mmmm creo que debe ser que nunca me maquillo
El secreto no es ningún secreto, no uso maquillaje porque me da física flojera ponerlo tanto como quitarlo, creo que es más bien el poder del ADN mi abuela paterna de 88 años no tiene canas, su piel es firme y rosada, su voz es de pollita y tiene la simpatía y la sonrisa de una quinceañera, así como ella quisiera lucir yo a mis 88.
Termina el tiempo del viaje en taxi y yo me bajo muy feliz de la vida con una sonrisa que espero me haga ver de ¡¡23!!
Lore

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